Un nuevo escándalo político sacude a Colombia, implicando a Nicolás Alcocer, hijo adoptivo del presidente Gustavo Petro, y a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, en presuntas irregularidades relacionadas con contratos millonarios de la hidroeléctrica Urrá S.A. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, confirmó que remitió denuncias anónimas a la Fiscalía sobre posibles presiones indebidas y favorecimientos en contratos, que incluyen el Parque Solar Urrá 19,9, un proyecto con dos años y medio de retraso.
Según la denuncia, Alcocer habría utilizado su influencia para presionar a la junta directiva de Urrá, mientras que Roa es señalado por su relación con Marisol Segura, empresaria beneficiada en contratos. Las acusaciones apuntan a irregularidades por $1,4 billones en ventas de energía y adjudicaciones directas sin licitación, generando pérdidas superiores a $300.000 millones.
El ministro Bonilla reveló que recibió un mensaje de WhatsApp alertando sobre estas irregularidades. El mensaje menciona a varios políticos y empresarios cercanos al círculo presidencial, aumentando la presión sobre el Gobierno. Por su parte, Roa niega las acusaciones y asegura que las denuncias carecen de fundamento.
La investigación abarca también vínculos entre empresas beneficiadas y donantes de la campaña de Petro. En paralelo, la Procuraduría y la Contraloría han abierto procesos por posible colusión y conflictos de interés en las licitaciones.
Este caso reabre el debate sobre la transparencia en la contratación pública y el papel de las influencias políticas en las empresas estatales. Mientras la Secretaría de Transparencia evalúa las pruebas, la Fiscalía deberá decidir si formaliza una investigación penal contra los involucrados.
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