Un numeroso grupo de comunidades afrocolombianas se ha manifestado en las instalaciones de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) en Bogotá, reclamando garantías para el acceso a la tierra y la protección de sus territorios ancestrales. La protesta refleja el descontento de miles de familias afrocolombianas que denuncian la falta de cumplimiento de los acuerdos asumidos por el Gobierno Nacional. Según los manifestantes, estos compromisos buscan mitigar la vulnerabilidad en la que se encuentran, ya que sus derechos territoriales han sido históricamente marginados.
La manifestación ha sido encabezada por líderes comunitarios que han solicitado una reunión urgente con el director de la ANT, Felipe Harman, con el fin de abordar las preocupaciones sobre la entrega de tierras y los mecanismos para proteger los territorios ya reconocidos como parte del patrimonio afrocolombiano. Este conflicto está relacionado con retrasos en la formalización de títulos de propiedad y la invasión de empresas que amenazan los ecosistemas en las zonas rurales habitadas por estas comunidades.
Además de exigir soluciones rápidas, los manifestantes recordaron la reciente directriz del presidente Gustavo Petro, que insta a las autoridades a evitar el uso de la fuerza contra las manifestaciones populares y a promover el diálogo. La presión sobre el Gobierno sigue en aumento, ya que las comunidades consideran que las políticas agrarias no han sido suficientes para asegurar el respeto por sus territorios.
Las tensiones en torno al acceso a la tierra son un tema delicado en Colombia, donde la violencia, el desplazamiento forzado y la explotación de recursos han afectado a numerosas comunidades rurales, especialmente a las comunidades afrocolombianas y campesinas. Organizaciones sociales han advertido que, de no solucionarse esta situación, podría incrementarse la conflictividad social y agudizarse la crisis humanitaria en las zonas más afectadas.
El panorama sigue siendo incierto, y los líderes afrocolombianos insisten en que las políticas de la Agencia Nacional de Tierras deben ser revisadas para asegurar que los derechos históricos y legales de sus territorios sean respetados. De lo contrario, las manifestaciones se intensificarán en todo el país.