En medio de una creciente polémica, la Defensora del Pueblo, Iris Marín, exigió al presidente Gustavo Petro abstenerse de nombrar a Armando Benedetti en cualquier cargo público, señalando que ello enviaría un mensaje de tolerancia hacia la violencia contra las mujeres.
La alta funcionaria basó su solicitud en los antecedentes de Benedetti, exembajador de Colombia ante la FAO, quien ha enfrentado acusaciones de agresión verbal contra su esposa y la exdirectora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Laura Sarabia. “El machismo es violento y mata, no es un juego, no es explicable por el abuso de drogas o alcohol, es inadmisible”, afirmó Marín, aludiendo a la alarmante cifra de 660 feminicidios registrados en Colombia hasta septiembre de este año, según el Observatorio de Feminicidios .
En un contexto donde la representación de las mujeres sigue siendo limitada —solo el 29.5 % en el Congreso y el 29.3 % en las altas cortes — Marín destacó que su nombramiento como primera Defensora del Pueblo tras siete hombres marca un precedente, pero subrayó la necesidad de más avances.
Al calificar el posible nombramiento de Benedetti como un retroceso, Marín señaló que su incorporación a un alto cargo “alentaría una cultura machista y normalizaría la violencia contra las mujeres como un asunto privado” , algo inaceptable para un gobierno que dice promover la igualdad de género. .
Por su parte, el presidente Petro aún no se ha pronunciado oficialmente, pero las declaraciones de Marín se suman a una ola de críticas desde diferentes sectores sociales y políticos. La defensora concluyó enfatizando la urgencia de coherencia entre los discursos oficiales y las acciones concretas del Ejecutivo.