Ruptura y dudas en la Segunda Marquetalia: ¿Está Iván Márquez vivo?
La Segunda Marquetalia, una de las principales disidencias de las FARC, enfrenta una profunda división interna que pone en entredicho la viabilidad de las negociaciones de paz con el Gobierno de Gustavo Petro. Walter Mendoza, jefe negociador de este grupo, admitió que no tienen certeza sobre la vida de alias Iván Márquez, máximo líder de la organización, y denunció irregularidades en la recepción de una carta firmada en su nombre.
En el polémico documento, Márquez habría indicado que las negociaciones con el Gobierno “se están manejando mal” y solicitó una reunión interna antes de avanzar en el diálogo con los delegados gubernamentales. “No me atrevo a decir si está muerto o no”, expresó Mendoza, quien añadió que la misiva no llegó por los canales habituales, lo que aumentó las sospechas sobre su autenticidad.
Mientras tanto, el Gobierno, representado por Armando Novoa y Otty Patiño, expresó su frustración ante la incertidumbre. Novoa, jefe negociador, afirmó: “Es difícil avanzar en la mesa de diálogos cuando parece que estamos hablando con un fantasma”. La situación ha generado serias dudas sobre la capacidad de la Segunda Marquetalia de consolidarse como interlocutor válido en el marco de la política de “Paz total” del presidente Petro.
¿Qué hay detrás de la división?
El presidente Petro reconoció la fractura en sus redes sociales, señalando que estas divisiones reflejan debates internos entre continuar el camino hacia la paz o perpetuar la violencia. Sin embargo, analistas y opositores critican la falta de un plan sólido para manejar las complejidades de negociar con múltiples actores armados, entre ellos el ELN, donde también se han registrado tensiones recientes.
La posibilidad de que Márquez resida en la frontera con Venezuela, protegido por el régimen de Nicolás Maduro, añade un matiz internacional a esta crisis. Sin embargo, hasta ahora no hay confirmación oficial de su paradero ni de su estado.
Implicaciones para la paz en Colombia
La fragmentación de la Segunda Marquetalia podría profundizar la inestabilidad en los territorios donde operan las disidencias. Además, pone en jaque la estrategia del Gobierno para consolidar una paz integral, dejando en evidencia las dificultades inherentes a dialogar con grupos fragmentados y con liderazgos inciertos.