Este jueves 5 de diciembre, la Fiscalía reveló resultados de una prueba de residuos de pólvora que apunta al patrullero Sergio Felipe Rico , escolta de Juan Felipe Rincón, como presunto responsable del disparo que provocó la muerte del joven el pasado 24 de noviembre en el barrio. Quiroga, sur de Bogotá. La prueba, priorizada por el CTI , confirmó que Rico activó un arma durante el incidente.
Rico asegura que actuó en defensa propia tras un enfrentamiento con dos hombres que intentaron agredir a Juan Felipe y a otras personas presentes. Según su relato, disparó tres veces para protegerse y dispersar a los atacantes. Sin embargo, el análisis balístico realizado al arma de Rico, una pistola SIG SAUER SP2022 , la identificación como el arma que disparó en el lugar del crimen.
Además, testimonios y las inconsistencias en su declaración han generado dudas sobre su papel en el homicidio. Según la información recabada, la escolta habría intervenido durante un altercado en el que se desató acusación y violencia.
La muerte de Juan Felipe Rincón ha suscitado gran interés, dado su vínculo con el inspector general de la Policía, William Rincón. La investigación también ha señalado posibles intentos de manipular versiones, por lo que la Fiscalía ha redoblado esfuerzos para esclarecer los hechos.
Rico, por su parte, insiste en su inocencia y en que sus acciones fueron para proteger a Rincón y al resto de las personas involucradas en el altercado. Mientras tanto, el Laboratorio de Balística del CTI y el testimonio del propio escolta siguen siendo piezas fundamentales para el avance del caso.
La Fiscalía continúa recolectando evidencias materiales y testimoniales para determinar si Rico actuó en legítima defensa o si tiene responsabilidad directa en la muerte de Rincón. El diseño del proceso será clave para entender la dinámica del crimen y definir responsabilidades.
