El Gobierno Nacional ha decidido aumentar la inversión para mejorar la infraestructura vial en uno de los corredores más importantes del país: la vía Bogotá-Villavicencio. Mediante la firma del OTROSI N° 1, un adendum al convenio interadministrativo entre la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el Instituto Nacional de Vías (INVÍAS), se adicionaron $10.000 millones al proyecto inicial, elevando el monto total a $40.000 millones. Además, el plazo del convenio se extendió en 13 meses, con una nueva fecha de finalización prevista para diciembre de 2025, alcanzando así un total de 37 meses.
Este esfuerzo económico se destina a intervenir cuatro puntos críticos en la vía, esenciales para garantizar la seguridad y la transitabilidad en esta ruta clave que conecta el centro del país con la región de la Orinoquía.
- PR 56+900: Se trabaja en la estabilización de un talud que permitirá mantener abierto un carril en los túneles de Quebrada Blanca y el par vial entre el peaje de Naranjal y el municipio de Guayabetal.
- PR 20+700, sector Abasticos: Aquí se implementan obras de protección debido a la posible pérdida de banca causada por la erosión del río Negro, aunque el área aún no presenta daños significativos.
Además, se están realizando ajustes en los diseños en los sectores PR 48+060 (restaurante ‘La Petite’) y Km 46+120 (Quebrada Estaquecá), donde las obras buscan recuperar la calzada y mitigar los riesgos de inundaciones.

Estas intervenciones buscan mejorar la conectividad de Bogotá con la Orinoquía, una región clave para el comercio y el desarrollo económico del país. El proyecto refleja el compromiso del gobierno con las comunidades afectadas por los problemas viales en la zona, garantizando una vía más segura y eficiente para el transporte de mercancías y pasajeros.
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