Niños reclutados por disidencias de las FARC son ejecutados y enterrados en fosas comunes

Las disidencias de las Farc, bajo el mando de alias Iván Mordisco, ejecutaron y enterraron a nueve niños en el Cauca tras intentar escapar del reclutamiento forzado.

lenguaensalsa

diciembre 11, 2024

La crueldad de las disidencias de las Farc sigue conmocionando a Colombia. Según revelaciones de la revista SEMANA, los hombres liderados por alias Iván Mordisco ejecutaron a varios menores de edad que intentaron escapar del reclutamiento forzado. Estos niños, víctimas de un sistema criminal, fueron enterrados en fosas comunes en zonas rurales del departamento de Cauca.

Las investigaciones iniciales apuntan a que al menos 14 casos están bajo la lupa de las autoridades, aunque se teme que el subregistro sea mayor. Las víctimas fueron contactadas por las disidencias a través de redes sociales como Facebook y TikTok, y en algunos casos fueron captadas directamente en colegios. El 22 de noviembre, cinco cadáveres de adolescentes fueron hallados en Buenos Aires, Cauca, entre ellos el de Mauren Alejandra Ulchur, de 14 años, oriunda de La Plata, Huila.

La historia de Mauren y otros menores refleja el terror que enfrentaron. Intentaron escapar del cautiverio y fueron asesinados por la espalda. Según un testimonio recogido por el Ejército Nacional, en otro caso similar, diez jóvenes lograron huir temporalmente, pero fueron devueltos a la estructura armada tras ser traicionados por un conductor que trabajaba para los guerrilleros. Allí, en un consejo de guerra, fueron fusilados frente a sus compañeros. Solo uno logró sobrevivir para narrar los hechos.

Las estructuras responsables, identificadas como Carlos Patiño, Jaime Martínez y Dagoberto Ramos, operan bajo el mando de alias Iván Mordisco. Los cabecillas de estas estructuras, entre ellos alias Kevin, alias Giovanni, alias Marlon y alias Cholinga, han sembrado el terror en regiones como Valle del Cauca, Cauca y Nariño, acumulando crímenes como homicidios selectivos, masacres, reclutamiento forzado, narcotráfico y desplazamientos masivos.

Esta tragedia evidencia una de las caras más crueles del conflicto armado en Colombia, subrayando la necesidad de acciones contundentes por parte del Estado para proteger a las comunidades vulnerables y evitar que más menores sean víctimas de estos crímenes atroces.

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