Un nuevo enfrentamiento ha surgido entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la procuradora General, Margarita Cabello, a raíz de una polémica en torno a la supuesta compra del software espía Pegasus durante el gobierno de Iván Duque. La procuradora afirmó el pasado martes en Bogotá que no existen pruebas oficiales que confirmen la adquisición o el uso del software en Colombia, algo que Petro ha desmentido tajantemente, calificando sus declaraciones de “mentira” y poniendo en duda la transparencia de la investigación.
Cabello sostuvo en su declaración que, tras dos investigaciones internas —una motivada por quejas de magistrados y otra por la alocución presidencial— no se han encontrado rastros oficiales del software espía, ni registros de fondos asignados para su compra. Según ella, ni siquiera se hallaron órdenes presidenciales del gobierno anterior para su adquisición ni indicios en los gastos reservados. Sin embargo, Petro aseguró públicamente en sus redes sociales que existen documentos extranjeros que confirmarían la adquisición del software en 2021.
Petro también detalló que dos vuelos se realizaron en aeronaves alquiladas desde Bogotá hacia Tel Aviv con tripulación israelí en junio y septiembre de 2021. Durante uno de estos vuelos, habrían llegado al país representantes de NSO Group, empresa creadora de Pegasus, quienes supuestamente concretaron una transacción por 11 millones de dólares para el software. NSO Group respondió que sus transacciones con Colombia cumplieron con la ley y con la debida documentación.
La controversia sobre Pegasus ha escalado debido a las consecuencias internacionales que tuvo la denuncia de Petro, ya que, tras sus declaraciones, El Grupo Egmont suspendió a Colombia de su plataforma de intercambio de inteligencia financiera, afectando el acceso del país a datos estratégicos para la lucha contra delitos financieros. Petro sostiene que su postura se basa en documentos de agencias de inteligencia extranjeras que confirman la compra, pero Cabello mantiene su postura de que la investigación no ha encontrado tales evidencias, aumentando la tensión entre las instituciones.
