El presidente Gustavo Petro ha hecho un llamado a los gobernadores del país para que respalden la Ley de Financiamiento presentada por el Ministerio de Hacienda. A través de su cuenta en X (anteriormente conocida como Twitter), el mandatario pidió a los líderes regionales que apoyen la iniciativa con el respaldo de sus respectivas bancadas en el Congreso. “Necesitamos el apoyo de los gobernadores con sus bancadas para aprobarla”, escribió Petro.
El llamado de Petro surge en un contexto de preocupación por parte de los gobernadores, quienes han expresado su descontento ante los recortes presupuestales proyectados para el próximo año. Estos recortes, según han señalado, podrían afectar el desarrollo de proyectos regionales y comprometer la estabilidad financiera de sus administraciones.
Petro intentó despejar dudas sobre las implicaciones de la Ley de Financiamiento, señalando que la misma no incluye nuevos impuestos para la clase trabajadora ni para los sectores medios y medios altos de la población. “La ley se centra en el impuesto a los superricos, a los juegos por Internet y la eliminación de privilegios tributarios. Al contrario, la ley le baja el impuesto de renta a todas las empresas del país y crea incentivos para la generación eléctrica limpia, el turismo y el paso del transporte a la electricidad”, aseguró. Además, el presidente explicó que el incremento en los gastos de funcionamiento, cuestionado por la oposición, responde a un mandato constitucional que busca fortalecer el sistema de transferencias a municipios y departamentos, así como al aumento salarial de la fuerza pública, incluidos los soldados regulares. “El gasto en el pago de la deuda ha crecido enormemente debido al sobreendeudamiento que dejó el gobierno anterior y que debemos cubrir”, agregó.
El ministro de Hacienda, por su parte, ha defendido la Ley de Financiamiento como una medida necesaria para equilibrar las finanzas públicas y promover el crecimiento económico. Sin embargo, la oposición y algunos sectores empresariales han expresado reservas sobre ciertos aspectos del proyecto, advirtiendo que podría afectar la inversión y el empleo.
A medida que se aproxima el debate legislativo, se espera que la discusión sobre la Ley de Financiamiento se intensifique. Los gobernadores, que han mostrado escepticismo en torno al presupuesto asignado para sus regiones, ahora se encuentran en una encrucijada: apoyar una ley que podría brindarles más recursos a largo plazo o alinearse con las voces críticas que advierten sobre sus posibles consecuencias.
El desenlace de esta situación tendrá implicaciones significativas no solo para el gobierno nacional, sino también para las regiones, que dependen en gran medida de las transferencias del Estado central para financiar sus programas y proyectos.