Dos superintendentes delegados de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), Alexander Sánchez y Grenfieth de Jesús Sierra, presentaron su renuncia en medio de una controversia por la sanción impuesta a Alberto Merlano Alcocer, cercano al presidente Gustavo Petro y a la primera dama, Verónica Alcocer. Este hecho ha desatado tensiones dentro de la entidad, dejando en evidencia posibles presiones internas.
Merlano Alcocer fue sancionado en 2012 por facilitar prácticas restrictivas de la competencia durante su gestión en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAB). La multa, de 240 millones de pesos, fue ratificada en recursos anteriores, pero Merlano solicitó su revocatoria alegando violaciones al debido proceso y un agravio injustificado.
La controversia escaló cuando el Comité de Conciliación de la SIC, del cual formaban parte Sánchez y Sierra, se negó a aceptar los argumentos de Merlano. Según los delegados, no existían fundamentos legales para revocar la sanción, lo que llevó a su decisión de renunciar tras percibir presiones para modificar su postura.
Ambos funcionarios son ampliamente reconocidos por su trayectoria profesional. Alexander Sánchez, con un doctorado en derecho en Francia y experiencia en el Consejo de Estado, es valorado por su liderazgo en descongestionar casos en la SIC. Por su parte, Sierra, también doctor en derecho y académico de la Universidad del Rosario, cuenta con una sólida carrera en la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado.
La superintendente Cielo Rusinque, quien aún evalúa las renuncias, solicitó informes detallados de la gestión de ambos delegados. Sin embargo, su salida podría profundizar la polémica sobre la independencia y la transparencia en decisiones sensibles dentro de la entidad.