El reciente informe de El Tiempo ha sacado a la luz detalles que podrían reescribir la narrativa sobre el controvertido uso del software Pegasus en Colombia. Fuentes de instituciones estadounidenses aseguraron que el software espía, con la capacidad de interceptar cualquier tipo de comunicación móvil, fue adquirido en Colombia con fondos de cooperación americana, específicamente para perseguir a narcotraficantes. Esta revelación contradice las declaraciones previas del presidente Petro, quien en un inicio había mencionado el software sin aludir a la participación estadounidense.
Además, la compañía israelí NSO, creadora de Pegasus, confirmó la transacción, detallando que la compra fue debidamente documentada y ajustada a las normativas legales entre ambos países. Los datos sobre el financiamiento se sustentan en un informe presentado por la UIAF a la Agencia de Inteligencia Israelí, en el que se documenta una transferencia de 5.5 millones de dólares en un avión que partió de Bogotá con destino a Tel Aviv. Este informe habría contribuido a la salida de Colombia del Grupo Egmont, red que agrupa a más de 120 agencias de inteligencia alrededor del mundo.
La situación se torna más polémica con las declaraciones de funcionarios de EE.UU. quienes, bajo la condición de anonimato, afirmaron que el presidente Iván Duque no fue informado del financiamiento y que solo un grupo reducido de personas en los organismos de seguridad colombianos tenía conocimiento del uso de Pegasus para fines de inteligencia contra el narcotráfico. Esta operación fue parte de una colaboración de décadas en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas en Colombia.
Las nuevas afirmaciones también agregan que, pese a las afirmaciones del presidente Petro sobre su posible uso contra manifestantes en 2021 y 2022, no existen pruebas documentales que respalden tales usos. Además, se estima que Pegasus solo estuvo en operación en Colombia entre 2020 y 2022, terminando su actividad antes de 2023. Funcionarios estadounidenses admiten que, aunque NSO fue añadida a una lista restrictiva en 2021, en el caso colombiano esta compra fue vista como una medida necesaria en la lucha contra el narcotráfico, sin violaciones de protocolos de uso.