El expresidente Álvaro Uribe Vélez y el presidente Gustavo Petro protagonizaron un cruce de declaraciones en la plataforma X (antes Twitter), reviviendo tensiones sobre la Operación Orión en la Comuna 13 de Medellín y la independencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Uribe acusó a la JEP de ser parcial y de actuar en connivencia con el actual gobierno. Según el exmandatario, la JEP fue impuesta por las FARC y carece de legitimidad desde su origen, ya que, según él, surgió de un “golpe de Estado” que desconoció el plebiscito sobre los acuerdos de paz de 2016. También denunció que algunos de sus miembros tienen vínculos con organizaciones afines a las FARC y otras entidades ilegales.
Además, Uribe defendió las acciones de su gobierno en la Comuna 13, alegando que la JEP ignora los crímenes cometidos por los grupos armados ilegales antes de la operación militar, y acusó al tribunal de tener un enfoque político contra las Fuerzas Armadas.
Por su parte, Petro revivió las críticas a la Operación Orión, calificándola como un traspaso de poder en la zona de grupos guerrilleros a estructuras paramilitares lideradas por alias “Don Berna”. El presidente afirmó que esta operación generó desplazamiento interno masivo en Medellín y desapariciones forzadas de más de 500 jóvenes. Según Petro, estas desapariciones fueron encubiertas en fosas comunes en la escombrera de la Comuna 13, con presunta complicidad de autoridades estatales.
Petro también relacionó la Operación Orión con la política de bajas militares de la época, señalando que esta mentalidad derivó en los llamados “falsos positivos”, con la ejecución de 6.402 jóvenes presentados falsamente como guerrilleros.
Este intercambio evidencia un profundo desacuerdo sobre la memoria histórica y las responsabilidades del conflicto armado, a la vez que subraya las divisiones en torno al rol de la JEP y las estrategias de seguridad en el país.