En un reciente informe, JP Morgan ha emitido serias advertencias sobre el panorama económico de Colombia, subrayando un incremento en los riesgos fiscales y desafíos políticos que ponen en duda la sostenibilidad económica del país. Según el informe, las necesidades de financiación para 2024 alcanzarán un 5,7% del PIB, muy por encima del 4,5% proyectado anteriormente, debido a ingresos optimistas y un gasto inflexible.
La firma también resalta que, a pesar de los esfuerzos gubernamentales por controlar el gasto, la recaudación tributaria ha disminuido significativamente, con una reducción de COP 14 billones en comparación con 2023, mientras que los gastos aumentaron en COP 42 billones. Este contexto fiscal ha llevado a que el déficit acumulado hasta agosto de 2024 alcance el 76% del monto proyectado para todo el año, encendiendo alarmas sobre el cumplimiento de la regla fiscal.
Por otro lado, las propuestas de flexibilización fiscal para 2025 plantean nuevas preocupaciones. La reforma al Sistema General de Participaciones (SGP), que busca aumentar las transferencias a las regiones, carece de lineamientos claros sobre nuevas responsabilidades de gasto, incrementando los riesgos de deuda pública a largo plazo.
JP Morgan también advierte sobre la posible salida de hasta USD 5.000 millones en TES a tasa fija, lo que podría presionar aún más el tipo de cambio del peso colombiano. La firma redujo su recomendación sobre el peso a “underweight” (infraponderar), reflejando una postura más cautelosa respecto a la moneda local.
Finalmente, el informe sugiere que Colombia podría enfrentar una rebaja en su calificación crediticia durante 2024 si los déficits fiscales no se controlan, lo que afectaría aún más la confianza del mercado. Actualmente, la calificación de Colombia se encuentra al borde de la categoría especulativa.