Una huelga de estibadores en la costa este de Estados Unidos, programada para iniciar el 1 de octubre de 2024, ha encendido las alarmas en el sector exportador colombiano. El paro amenaza con afectar gravemente las exportaciones de productos agroalimentarios, entre otros, que representan un flujo significativo para la economía del país. De los US$14.893 millones que Colombia exportó a Estados Unidos en 2023, el 61,3% (equivalente a US$9.128 millones) ingresó por vía marítima a esta región.
Javier Díaz Molina, presidente ejecutivo de Analdex, alertó sobre las consecuencias de la paralización portuaria: “La huelga causaría retrasos significativos en la carga y descarga de mercancías, generando una posible escasez de productos en EE. UU., y, lo más preocupante para Colombia, la interrupción de sus exportaciones”. Esto impactaría de manera directa a productos clave como el café, el banano y las esencias de café, que podrían sufrir pérdidas millonarias para los empresarios colombianos.
Entre los principales puertos afectados por la huelga se encuentran Houston, con importaciones desde Colombia valoradas en US$2.791 millones; Newark, con US$1.013 millones; Corpus Christi, con US$990 millones; Port Everglades, con US$853 millones; y Miami, con US$483 millones. La interrupción de las actividades en estos puntos neurálgicos podría afectar la entrada de productos no minero-energéticos, cuyo valor en 2023 fue de US$4.132 millones.
El café sin tostar, que representó exportaciones por US$1.109 millones, es uno de los productos más vulnerables, junto con puertas y ventanas de aluminio, banano y extractos de café. Las empresas colombianas deben actuar con rapidez para evitar un golpe a su rentabilidad y buscar alternativas de transporte para mantener el flujo de exportaciones.
Díaz Molina recomendó explorar rutas alternas, como los puertos de la costa oeste de Estados Unidos o el uso del transporte aéreo. Sin embargo, advirtió que estas opciones podrían saturar otros puertos, como los de Los Ángeles o el canal de Panamá, y aumentar considerablemente los costos logísticos. Además, existe el riesgo de repetir un fenómeno similar al vivido durante la pandemia, cuando la falta de retorno de contenedores vacíos encareció los fletes y deterioró la eficiencia del servicio logístico a nivel mundial.
A la espera de un posible acuerdo que evite la huelga, los exportadores colombianos se encuentran en una situación de incertidumbre que podría traducirse en pérdidas económicas significativas, afectando a toda la cadena productiva y exportadora del país.