Los futuros del petróleo Brent, la referencia para el mercado europeo, experimentaron una caída de más del 6%, situándose alrededor de 71 dólares por barril. Este desplome se produjo luego de que los inversores reaccionaran al ataque de Israel a Irán, llevado a cabo en la madrugada del sábado, que no impactó las instalaciones petroleras iraníes como se temía. La tranquilidad en el mercado se dio tras días de incertidumbre, durante los cuales el precio del crudo aumentó un 8% debido al temor de una posible escalada en la región.
El ataque, descrito como “proporcional” por el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, se llevó a cabo como respuesta al lanzamiento de misiles iraníes el pasado 1 de octubre. A pesar de la acción militar, las autoridades israelíes aseguraron que los bombardeos estuvieron limitados a objetivos militares, minimizando así la posibilidad de un conflicto más amplio. Esta contención ha sido clave para aliviar las tensiones en el mercado energético.
En Estados Unidos, el WTI también se vio afectado, con una caída superior al 6%, situándose en 67,25 dólares por barril. La respuesta moderada por parte de Teherán, que insinuó que cualquier acción sería cuidadosamente medida, también ayudó a calmar los ánimos entre los inversores.
Los analistas señalan que el reciente ajuste en las previsiones de Citigroup sobre el precio del Brent refuerza esta sensación de estabilidad, pues consideran que la contención del conflicto en Oriente Medio reduce significativamente los riesgos para el tránsito de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, una vía crucial para el comercio global de crudo. Sin embargo, advierten que otros factores, como la debilitada economía china, seguirán ejerciendo presión a la baja sobre los precios.
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